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"Ser una librería cosmopolita y rural y acercar la lectura a los vecinos y vecinas, es la mejor estrategia para captar público"

Victoria Daboise, del Departamento de Comunicación de La Librería de Doña Leo (de Máximo Huerta)

Centro Europeo de Empresas e Innovación de Valencia

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Publicado el miércoles, 14 de junio de 2023 a las 08:49

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Victoria Daboise

Victoria Daboise

Victoria Daboise forma parte del equipo de comunicación de Máximo Huerta y de su librería, La Librería de Doña Leo, que el escritor y periodista abrió en Buñol hace apenas medio año. En estos pocos meses, este establecimiento ha supuesto una verdadera revolución, tanto para el municipio como para la comarca: ha dinamizado el territorio y ha atraído visitantes y clientes, para sí y para otros negocios.

Victoria ha trabajado mano a mano con Máximo en la puesta en marcha de este entrañable negocio. La entrevistamos y nos da unas pinceladas de lo que contará con más detalle el 15 de junio en Xàtiva, en Focus Pyme La Costera y La Canal de Navarrés Negocios locales. Vender(se) más allá del territorio.

Victoria, La Librería de Doña Leo se ha posicionado rápidamente en el mercado. ¿Qué peso ha tenido en esto la digitalización?

La Librería de Doña Leo nace con el deseo que Máximo Huerta alberga -desde hace años- de abrir una librería. A ello se une el hecho de que, por motivos familiares -para cuidar de su madre- traslada su residencia a Buñol, donde transcurrió gran parte de su infancia.

Así, ese anhelo se ve materializado en la posibilidad de dar vida a la primera librería de su pueblo. Ese lugar entrañable al que le hubiese gustado poder acudir de niño, cuando vivía allí, pero a la vez con el influjo de las librerías clásicas de Londres o París.

En ese contexto, nace como un establecimiento de cercanía, ubicado en un antiguo horno, que invita a los lectores y lectoras a visitarlo. Las herramientas digitales se ponen al servicio de esa intención primigenia de establecerse en Buñol, de echar raíces, pero no al revés.

Las redes sociales y los medios de comunicación -analógicos y digitales- han servido para dar a conocer La Librería de Doña Leo más allá. La han acercado a quien no puede visitarla y, al mismo tiempo, son una vía mediante la cual, los lectores y lectoras entran en contacto, conocen las novedades y lanzamientos. De alguna forma abren una ventana a la vida diaria de la librería.

A través de su página web, es posible adquirir cualquiera de los libros que se encuentran en sus estanterías. En 24 ó 48 horas la persona que ha solicitado un ejemplar lo tiene en sus manos, allí donde quiera que esté, dentro de la península.

Además, se trata de una página muy intuitiva, donde también se comparten los eventos que celebra la librería, lanzamientos...

No obstante, en este caso, creo que se trata de un lugar magnético. Más allá de la esfera virtual, los lectores y lectoras desean conocer la librería, contemplar de cerca los objetos que recrean novelas de Máximo, tener la oportunidad de coincidir con él. Fotografiarse en su bellísima fachada...

¿Qué tipo de cliente atrae?

¡De todo tipo! Desde el principio, Máximo Huerta quería abrir un espacio plural en el que se sintiesen acogidas personas con gustos literarios de todos los géneros. 

La Librería de Doña Leo abraza a lectores y lectoras de novela negra, histórica, clásica, infantil, juvenil, actual... ¡No hay censura! Lo importante es que sea hogar para los libros, para quienes los leen y quienes los escriben.

Responder de dónde procede el público es muy complejo, dado que se ha convertido en lugar de peregrinación y reúne tanto a vecinos del pueblo y la comarca como a visitantes de toda España. Incluso desde fuera de nuestras fronteras han venido a conocer la Librería.

Al principio nos pareció un auténtico sortilegio. Alguien era capaz de conducir cientos de kilómetros o de tomar un tren o un avión (en ocasiones, combinaciones de todos ellos) para rendir honores al lugar. Con el tiempo, no dejan de sorprendernos las hazañas de unos y otros visitantes, pero ya comenzamos a coleccionarlas, como recuerdos de un hito maravilloso. 

¿Qué estrategias habéis llevado a cabo para captar público?

Ser una librería cosmopolita y rural, de novedades y clásicos, donde te puedes encontrar, en persona, a la última ganadora del Premio Planeta y a una escritora que publica su primera novela.

Fomentar la lectura, hacerla más accesible a los vecinos y vecinas del pueblo, de la comarca, de la provincia o de cualquier rincón desde donde acudan a visitarla. Esa declaración de intenciones es la mejor estrategia.

Por otra parte, sería absurdo obviar que es La Librería de Doña Leo de Máximo Huerta. La figura del escritor, una de las firmas más sobresalientes de la literatura actual de nuestro país -y, por descontado, de la Comunidad Valenciana- único ganador de dos de los premios de novela más prestigiosos, el Primavera y el Lara.

Su presencia allí es evidente en cada detalle. Esté o no en la librería -los cuidados a su madre y otras facetas profesionales, en ocasiones le impiden acudir- pero su amor por los libros, su erudición y muchos objetos míticos para las lectoras y lectores de sus novelas, forman una parte intrínseca del lugar y te abrazan con solo atravesar su puerta.

La estrategia principal ha sido abrir la librería que al él le hubiera gustado que tuviese Buñol y defenderla desde la absoluta convicción. El entusiasmo que Máximo pone en cada uno de sus proyectos es contagioso. Siempre se entrega por completo, atiende hasta el último detalle con afecto. Él transmite esa ilusión, en cada página de sus novelas, en una presentación, en los encuentros con lectores y lectoras. Por descontado, también en La Librería de Doña Leo.

No es una táctica, es fruto de una personalidad arrolladora.

¿Qué valoración harías del tiempo que está en marcha la librería en cuanto a resultados?

Positiva. Muy, muy positiva. En estos cinco meses han pasado por allí miles de personas. Han venido a presentar o firmar sus libros desde Dolores Redondo a Irene Vallejo, pasando por Luz Gabás o Espido Freire. Una docena de nombres relevantes de la literatura actual.

La librería recibe visitas locales, comarcales, de toda la Comunidad Valenciana y, cada vez más, del resto de España e incluso del extranjero.

A su alrededor se ha formado un halo de vida cultural y de movimiento que ha afectado a esa zona del pueblo en particular, pero a toda la población en general.

La dinámica es fabulosa y ascendente. El calendario sigue lleno de firmas y nos llegan continuos mensajes, con consultas de próximos visitantes.

Acaba de aterrizar y ya es todo un hito. Un icono. Su intención es seguir creciendo, sin perder jamás la esencia con la que ha nacido. 

La librería de Doña Leo, ¿qué le aporta al municipio? ¿Y a su tejido empresarial? ¿Y a sus habitantes?

Desde la puerta de Doña Leo veo pasar a la gente del lugar y me fascina escuchar sus observaciones acerca de cómo la librería ha revitalizado la principal plaza del pueblo y sus alrededores. Destacan cómo la actividad que suscita ha llenado de alegría todo el centro del municipio y que, además, se extiende al resto de Buñol.

Porque quienes vienen a visitar La Librería de Doña Leo, aprovechan para conocer el pueblo y sus monumentos de interés, como el castillo. Almuerzan, comen, cenan en los bares y restaurantes de la zona. Se hospedan en los alojamientos locales, compran recuerdos y productos típicos en las pequeñas tiendas...

Sí, el proyecto de Máximo Huerta, convertido en una librería plural, entrañable, a caballo entre París y Londres, latiendo en el corazón de su localidad ha aportado vida al tejido empresarial, al sector de comercio y hostelería, al turismo que llega de nuestra comunidad y de otras...

En este sentido, creo que también debería destacar otro fenómeno, el producido por la última novela de Máximo, "Adiós, pequeño", galardonada con el Premio Fernando Lara. Su éxito no tiene precedentes: se ha cumplido un año desde su lanzamiento y continúa generando nuevas ediciones.

Parajes, edificios, caminos, plazas y fuentes de Buñol conforman los escenarios en los que se desarrolla la narración de este Bestseller, contribuyendo a que sus lectores aprovechen su visita a la librería para realizar un peregrinaje literario por cada uno de sus lugares.

Máximo Huerta ha regresado al pueblo de su niñez para cuidar de su madre, ha llegado a lo más alto con una novela que nunca pensó en compartir y ha abierto la librería más hermosa del mundo. A su alrededor, contagia el entusiasmo, la generosidad, pasión y bondad que pone en todo lo que proyecta. De todo ello -y de su brillantez y creatividad- es fruto La Librería de Doña Leo. Gracias por destacarla como ejemplo de éxito entre los comercios de la Comunidad Valenciana. Os espera en la Calle Del Cid de Buñol. La reconoceréis por su bellísima fachada azul.

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