Amueblando el dormitorio de nuestros hijos

Amueblar un dormitorio siempre es una experiencia bonita y agradable, pero cuando se trata de la habitación de un niño, puede ser todavía más satisfactorio hacerlo. Puede que nuestro hijo o hija haya alcanzado ya la edad suficiente para tener una habitación mayor o, sencillamente, escritorios, sillas, una cama, más acorde a su edad, más grande y de mayor capacidad. Esto incluye, como es lógico, un tipo de mueble que nunca puede faltar. Lo armarios a medida que nos puedan interesar en este caso tal vez sean clásicos o modernos, blancos, negro o de madera tradicional, pero en cualquier caso deberían ser más grande, sobre todo si el niño es ya adolescente.

Otra posibilidad es dejar espacio para customizar, o personalizar los nuevos muebles, permitiendo a la pequeña persona que los va a utilizar desplegar su imaginación y por lo tanto desarrollar toda su creatividad artística. Las puertas lacadas blancas, por ejemplo, permiten tanto dibujar y pintar formas de colores más intensos o brillantes, como el rosa, el verde y el azul, como pegar dibujos propios. En fin, hay muchas opciones, ya que la superficie blanca, sean armarios empotrados o no, funciona en todos los sentidos como un lienzo.

Es muy importante subrayar lo que ya hemos dicho de dar margen creativo a los niños. Si la nueva decoración del dormitorio es algo así como la celebración de una nueva etapa de la vida de los pequeños, debemos empezar a acostumbrarlos a tomar sus propias decisiones, como mínimo, en el espacio personal e intransferible que van a tener en casa. Así, pasado un tiempo se convertirán en los adultos independientes, responsables y seguros de sí mismos que queremos que sean.

Por otro lado, qué mejor actividad casera en familia que buscar juntos los futuros muebles para que los niños elijan y decidan, especialmente cuando la pandemia invita a quedarse en casa y comprar online. Para nosotros, como madres y padres, ya debe ser satisfactorio y edificante ver cómo nuestros hijos empiezan a decidir por su cuenta y a descubrir, en decoración o en otros aspectos, cuáles son sus gustos personales.