Innovación radical e innovación incremental

La innovación es la transformación de una idea en: un producto vendible nuevo o mejorado, o en un proceso operativo en la industria y en el comercio, o en nuevo método de servicio social. El punto clave es el aspecto comercial de la innovación, si no hay introducción en el mercado, no hay innovación.

Hoy nos centraremos en la innovación radical o incremental.

No todas las innovaciones tienen la misma importancia. Podemos distinguir entre:

• Innovaciones radicales que suponen una ruptura súbita (breakthrough) respecto al estado anterior.
• Innovaciones incrementales, fundamentadas en mejoras de productos o procesos ya conocidos.

Las innovaciones radicales se refieren a aplicaciones fundamentalmente nuevas de una tecnología, o a una combinación original de tecnologías conocidas, que dan lugar a productos o procesos completamente nuevos. Estas innovaciones generalmente requieren nuevas técnicas de producción y cambios organizativos. Además, se basan en principios científicos y de ingeniería diferentes y abren nuevos mercados y nuevas aplicaciones potenciales.

• Demanda potencial elevada pero poco predecible. Alto riesgo de fracaso.
• Aceptación lenta del mercado, pero rápida reacción imitativa de competidores.
• Puede requerir políticas específicas de la empresa.
• La demanda puede no coincidir con los segmentos del mercado establecidos.

Las innovaciones incrementales son aquellas que introducen cambios menores en los productos existentes, explotando el potencial de diseño. Muchas veces este tipo de innovaciones refuerzan el dominio de la empresa establecida. Las innovaciones incrementales no alteran de forma sustancial la capacidad competitiva de la empresa a largo plazo.

• Demanda de mercado conocida y predecible.
• Rápido crecimiento y aceptación del mercado.
• Fácilmente adaptables.
• Encajan en la actual segmentación del mercado y en las políticas de producto de la empresa.