Pacto de Socios

El pacto de socios no es lo mismo que los estatutos sociales, aunque en ocasiones se confunden estos documentos. Conocer las diferencias es importante para entender el valor que tiene disponer de un buen pacto de socios. Cuando se elevan a público los estatutos sociales y se inscriben en el Registro, generalmente en el momento de la constitución de la sociedad, se presta más bien poca atención a este documento. En realidad, en la inmensa mayoría de los casos, se toman los estatutos estándar como buenos. Además, en aquellos casos en los que se quiere afinar un poco más y se modifican estos estatutos, en muchos casos se obtiene el rechazo por parte del Registrador, exigiendo su modificación. Es decir, se trata de un documento estático y aburrido, que aporta poco y cuyas opciones de modificación son lentas y burocráticas. Por el contrario, el documento de pacto de socios, es dinámico y privado. No requiere tener que ser elevado a público e inscribirse en el registro. Es dinámico, porque permite incorporar todo tipo de acuerdo y puede modificarse en cualquier momento, siempre que exista acuerdo entre los socios. Es posible, además, pactar prevalencia de este documento sobre los estatutos. Al pactar esta prevalencia, es posible establecer medidas de convocatoria de juntas más sencillas (Ej., por correo electrónico), es posible realizar juntas por videoconferencia, votar telemáticamente, etc. Permite regular materias comprometidaso delicadas, que requieren la máxima atención y no dejar nada a la improvisación del momento (Ej., firma de hipotecas, venta de activos, …). También es posible y muy aconsejable, regular en estos pactos de socios la transmisión de participaciones, la confidencialidad, etc.. Por último, permite regular la relación entre los socios fundadores y los inversores actuales o futuros, de modo que se establezcan las reglas del juego por escrito. De este modo, todos conocen la relación y el alcance exacto, garantizando que sea lo más justo para ambas partes.

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