Los riesgos de los emprendedores

Por ejemplo, en España hubo una disminución del 5,2% de emprendedores entre el 2013 y el 2016, cuando ahora los emprendimientos han ganado mucha popularidad.

Además, apenas poco más de la mitad de estas iniciativas surgen de la detección de nuevas oportunidades, mientras que el resto provienen de la necesidad. En otras palabras, un gran número de emprendedores se enfrentan a riesgos constantes derivados de la falta de experiencia, la vulnerabilidad a nivel financiero y la presión por su situación de necesidad.

¿Cómo gestionar los riesgos?

Cualquier organización se enfrenta a riesgos constantes, por muy grande o pequeña que sea, aunque la naturaleza de los mismos cambien dependiendo del caso. Para el caso concreto de los emprendedores, existen tres grandes bloques que deberá gestionar: el financiero, el de gestión y el emocional.

A nivel financiero, el emprendedor deberá conseguir un capital grande en la mayoría de casos, al menos lo suficientemente grande como para quedar en una situación vulnerable a nivel financiero. De hecho, incluso se ha visto que los préstamos en 10 minutos se utilizan como financiación porque su uso no tiene restricciones por parte de las entidades financieras que los otorgan.

El riesgo será importante porque el dinero en juego es un tema difícil en aproximadamente la mitad de las ocasiones. No se trata solo del capital perdido, sino que también podría implicar el dinero necesario para las finanzas personales y familiares, o el uso de prácticamente todo el capital destinado a proyectos.

Por otro lado, la gestión es más difícil que en otros tipos de proyectos. El emprendedor que comienza con necesidades económicas no suele tener la formación requerida para gestionar un proyecto así. Producción, publicidad, ventas, envíos y demás procesos dentro del emprendimiento suponen un reto nuevo.

Malas decisiones a este nivel pueden comprometer la vida del proyecto, así que deberán formarse de la mejor forma posible. De hecho, incluso a través de la experiencia de terceros conocidos o a través de Internet y el ensayo y error.

Emprender no es dinero fácil a nivel emocional porque la cantidad de riesgos tienen repercusión en la psique. El exceso o falta de confianza en sí mismo o en terceros, no delegar tareas o no encargase de las debidas, emprender sin una motivación real, la falta de perseverancia.

Todo ello son consecuencias de la falta de guía que pone en estrés permanente al emprendedor. Mantener la mente despejada en la medida de posible y cuidar de la salud mental, ya sea por cuenta propia o con la ayuda de profesionales, mantendrá un equilibrio a nivel emocional para mantenerse con éxtio en el barco de los emprendedores.