¿Se puede patentar el sol? Tres historias de solidaridad y cooperación
La solidaridad es la base de la civilización, y nos quieren hacer creer que el egoísmo es la base de la economía
FEVECTA. Federación Valenciana de Empresas Cooperativas de Trabajo Asociado
Publicado el domingo, 17 de mayo de 2020 a las 01:14
En un mundo globalizado, la solución a los problemas sociales ¿pasa por lo individual o por lo colectivo? ¿Es la solidaridad la respuesta?
¿Qué ocurre en la economía? ¿Es posible continuar con un reparto tan desigual de la riqueza?
¿Es posible conciliar conceptos como capitalismo, solidaridad y cooperación?
A través de tres historias de cooperación y solidaridad, nuestro artículo de esta semana apunta las bases sobre las que debería sustentarse la economía para abordar la reconstrucción post COVID 19.
Debemos a McLuhan el concepto de “Aldea Global”, y es un hecho que los problemas que afectan a nuestra sociedad están cada vez más globalizados.
De nada sirve encerrarnos en nosotros mismos o cerrar nuestras fronteras. La crisis del coronavirus es un ejemplo; la solución no puede ser individual, sino que tiene que ser global.
Pero hay un valor básico que es el que hace posible que podamos acometer soluciones globales, y este es el valor de la SOLIDARIDAD.
Sí, creo que la solidaridad puede y debe ser la respuesta y la solución a muchos de los problemas que tenemos en nuestra sociedad.
Pero si la solución es la solidaridad… ¿cuál es el problema? Pues evidentemente la INSOLIDARIDAD, y uno de los causantes de este problema es una sociedad que, supuestamente en aras a la libertad de la persona, ha construido un modelo económico que sienta las bases del desarrollo y de la creación de riqueza sobre unas premisas que hoy más que nunca debemos revisar. Este modelo económico es el LIBERALISMO.
El liberalismo se basa en la premisa de la “mano invisible” que postuló Adam Smith, que en esencia se resume en, “buscando el beneficio individual se consigue el bienestar general”, y es cierto que se ha generado riqueza y un cierto tipo de desarrollo con estas premisas, pero el reparto de esta riqueza ha sido muy desigual, y ha generado una sociedad muy desigual e insolidaria.
Ahora, en momentos de crisis, esta premisa del “egoísmo individual” se ha convertido en un ¡Sálvese quien pueda!
De acuerdo Pepe… ¿y cuál es la solución?
No sé si hay solución única, pero ésta indudablemente pasa por la cooperación.
Me gustaría contaros tres historias que son un ejemplo de este concepto solidario y altruista de la cooperación.
Pero previamente me gustaría definir el concepto de solidaridad y, para ello, en primer lugar, me ha gustado mucho cómo lo han definido unos médicos cubanos que llegaron a Italia para ayudar en la crisis del coronavirus, y dijeron a las televisiones “solidaridad no es dar lo que te sobra, es compartir lo que tienes”.
También me gusta una frase que se le atribuye a Eduardo Galeano que dice: “La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo”.
Creo que estas dos frases definen muy bien el concepto de solidaridad. Vamos con las historias.
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